Un artículo de Andoni Lopez, Sandra Bonillo y Xavi Pérez

La primera edición de la Escuela de Verano del grupo Banca Etica, organizada por la Fondazione Finanza Etica, se celebró del 20 al 23 de junio en Aia Santa. Esta finca, con 16 hectáreas de terreno y 700 m² de edificaciones, es propiedad de la Asociación C.A.S.E. y se encuentra en las colinas cercanas a Vicchio, en la provincia de Florencia. Aia Santa es un proyecto de vida comunitaria y un refugio para personas migrantes solicitantes de asilo y jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Durante estos cuatro días, nos sumergimos en la formación y el debate sobre diversos aspectos de las finanzas éticas, abarcando temas como “Ética y Finanzas”, “Medio Ambiente y Prosperidad”, y “Comunidad y Sociedad”. Además, disfrutamos de numerosos momentos lúdicos y de cohesión grupal, compartiendo todas las comidas junto a los residentes de Aia Santa, jugando a juegos de mesa, participando en noches de interpretación musical y observando las estrellas alrededor de una hoguera mientras cantábamos canciones en italiano. También hicimos una ruta de senderismo, subimos a la casa del árbol,preparamos pizzas caseras en el horno de Aia Santa y muchas cosas más.

El primer día discutimos sobre qué es la ética y por qué las finanzas deben ser éticas por norma, ya que, de no serlo, serían finanzas indiferentes a los efectos de sus acciones, como la guerra, el cambio climático, la especulación y el incremento de las desigualdades. Trabajando en grupo y a través de un pequeño teatro, debatimos sobre el impacto de las finanzas y cómo estas pueden abordar los desafíos más importantes de nuestro tiempo: las desigualdades, la falta de ética en el uso de la tecnología, el cambio climático, la necesidad de repensar el sistema socioeconómico y la educación. Jordi Ibañez, en una intervención por vídeo, nos habló sobre la Economía Civil, explorando economías transformadoras como el procomún, el emprendimiento social, las iniciativas comunitarias, la economía social y solidaria, la economía colaborativa, la economía del bien común y la economía circular.

El segundo día comenzamos discutiendo sobre “Prosperidad” con Ugo Biggeri, analizando cómo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han evolucionado y ahora se han convertido en “objetivos de supervivencia” que también nos afectan a nosotros. También debatimos la relación entre dinero y felicidad, desafiando la creencia de que el consumo está ligado al bienestar y destacando la importancia de redefinir nuestra percepción de la felicidad, que a menudo se asocia más con recuerdos de amistad, amor y belleza que con el dinero. Concluimos la sesión reflexionando sobre la necesidad de encontrar un punto donde “basta”, reconociendo que la búsqueda ilimitada de beneficios económicos no deja espacio para otros aspectos importantes de la vida.

El tercer día se centró en “Sociedad y Comunidad”, con ejemplos prácticos de comunidades en Florencia que luchan contra la gentrificación y la labor del cura revolucionario Don Milano, quien promovió la educación como medio de transformación. Tai Bonato, de Cresud, nos presentó el tema de Comunidad y Microcréditos, explicando cómo las microfinanzas son esenciales para las personas del sur global, especialmente mujeres, que se encuentran excluidas financieramente y buscan iniciar proyectos de emprendimiento. Teresa Masciopinto, presidenta de la fundación italiana, cerró el día con una intervención por vídeo sobre participación e inclusión. En el coloquio final, muchos jóvenes italianos y trabajadores de Banca Etica se mostraron entusiasmados por replicar la experiencia del grupo español JóvenesxFiare en Italia.

Participar en la +ETICALL Summer School 2024 ha sido una experiencia muy enriquecedora, fortaleciendo la comunidad entre los participantes españoles e italianos, provenientes de diversos sectores y que incluían tanto trabajadores y socios de Banca Etica como jóvenes externos a la banca. La organización fue excelente y queremos agradecer al equipo de la Fondazione Finanza Etica, así como a la comunidad de Aia Santa y a Ugo Biggeri por su cálida acogida. Por último, agradecemos a la Fundación Finanzas Éticas por invitarnos a esta Escuela de Verano.

Toda una experiencia transformadora.